Querer a alguien con depresión

 

QUERER A ALGUIEN CON DEPRESIÓN

La depresión es una bestia silenciosa, imposible de ver a simple vista pero siempre presente de manera opresiva para quienes la padecen. El dolor de ver a un ser querido pasar por un momento verdaderamente difícil es igual para la otra persona que lo acompaña.

No voy a endulzar esto, quiero a una persona que vive con depresión y ansiedad y aunque esto es sumamente doloroso para él, veo cómo se esfuerza por ser mejor cada día, nuestros corazones son nuestro órgano más fuerte; incluso cuando están rotos, así que con el paso del tiempo pude sentir cómo él está tratando de luchar con esto.

En algunas ocasiones yo no sabía cómo podía ayudarlo, a veces sentía mi apoyo otras veces me culpaba por no apoyarlo en este momento difícil, dejándome aún  más confundida. Mi propia salud mental empezó a deteriorarse, ahora solo me sentía triste e incapaz de poder ayudarlo, me sentía desplazada, desequilibrada y, en última instancia como si estuviera siendo maltratada y a veces utilizada, no me malinterpretes es una persona increíble, pero comencé a sentirme muy culpable, porque sentía que no estaba siendo buena amiga, en mi mente yo estaba siendo egoísta al no poder ayudar a alguien que quería mucho. 


Es importante entender que la depresión es un desequilibrio químico en el cerebro, y no simplemente un "mal humor" que persiste durante algunos días. Los que sufren de depresión no pueden simplemente "superarlo" o "mirar el lado positivo" y hacer que desaparezcan sus síntomas de depresión. El manejo de la depresión severa a menudo requiere un equilibrio de medicamentos recetados, terapia o psiquiatría así como cambios en el estilo de vida. Esto obviamente no quiere decir que las personas que sufren de depresión no pueden o no deben estar en relaciones. Solo tenemos que  darnos cuenta que no remediamos la depresión de alguien al tener una relación con ellos. Y no podemos  estar en una relación donde nuestra  propia salud y felicidad están siendo descuidadas. 


Lo que empecé a entender en mi propio tiempo fue a aceptar que no puedo intentar cambiar a una persona, entendí que puedo entender el dolor y sentir empatía, pero no es mi responsabilidad ayudar a otras personas con sus cargas emocionales, suena insensible y frío pero tengo que decir que no me arrepiento, mis amigos y familiares me conocen como alguien a quien todos pueden contarme sus problemas, pero existe una gran  diferencia entre escuchar y hacerse cargo de tu vida emocional, sobre todo cuando no hay esa reciprocidad de la otra parte.

Más personas de las que podemos imaginar sufren de problemas de salud mental como depresión, ansiedad o trastornos del estado de ánimo. Lo más importante que podemos hacer, es hablar de ello, escuchar y  ser comprensivos, no asumir que conocemos todos los detalles de lo que está pasando una persona, lo importante es entender que esto es un proceso y que la otra persona puede estar asustada y sentirse sola, solo hazle saber que la amas, y que estarás para él o ella, pero sin poner tu propia salud mental en peligro. 



Andy Reyes

Escritora y columnista

 
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