De gordofobia, imagen corporal e idealización
Me animé a escribir sobre este tema porque aunque sea bastante controversial, creo que es necesario hablar de ello, reflexionar y compartir. Aclaro que, quien escribe esto es una mujer que ha pasado por distintos pesos, desde ser muy delgada a tener obesidad grado 1 y que actualmente está en un proceso de pérdida de peso, medio por salud y medio obligada por la cantidad tan tremenda de imágenes, frases e información en general que nos educan para creer que un cuerpo delgado implica éxito y felicidad. Me gustaría bastante desmenuzar esta idea.
Algo que en definitiva no podemos negar es que vivimos en una sociedad sumamente gordofóbica, pero que nunca se asumirá como tal, pues todo comentario en contra de los cuerpos no normativos será encubierta bajo el argumento de “cuidar nuestra salud”. Y sí, claro que el self love journey (el que no está tan idealizado) implica aprender a escuchar al cuerpo y a cuidarlo porque es el espacio más importante que habitamos, pero eso no justifica la cultura de la dieta, la culpa y el fat shaming.
Es muy triste, pero en la mayoría de sitios donde nos desarrollamos como seres humanos los cuerpos heteronormativos suelen recibir un mejor trato, atenciones y por consiguiente mayores posibilidades de sobresalir o ser exitosos; esto para nada significa que los cuerpos que salen de este esquema valgan menos o sean menos capaces o dignos, pero es la historia que nos quieren vender 24/7 y por la que hoy vengo a recordarte (y recordarnos), que habitarnos, reconocernos y ocupar espacio (física y metafóricamente) no está mal, eres válidx y el cuerpo es solo un envase para la esencia tan bonita que llevas dentro de ti.
Me veo en la obligación de aclarar que no, no estoy promoviendo malos hábitos o romantizándolos, lo que quería señalar y reafirmar es que todos los cuerpos merecen respeto, cariño y cuidado, que la mayoría de posts que vemos en redes no son reales, y que reconocerse y valorarse a uno mismo frente a una sociedad tan jodida, es una acto rebelde y plausible.
Te mando un abrazo grandote, acuérdate que vales mucho, y así no lo notes ahora mismo, muy dentro de ti sabes que es así.